No pensaba iba a recordar ese día como la primera vez que besé a un hombre. Recuerdo perfectamente aquellos días cuando tenía 18 años, me dirigía al centro de la ciudad y me encontré con un hombre que marcaría especialmente mi vida.
La primera vez que besé a un hombre
A mí me gustan mayores
¡Hola! Hoy quiero hablar sobre un tema que me parece muy importante: la primera vez que besé a un hombre. Fue un momento muy especial para mí, lleno de emociones encontradas y mucha incertidumbre. Pero al mismo tiempo, fue un momento de descubrimiento y aceptación de mi propia sexualidad.
Recuerdo que antes de ese momento en que besé a un hombre, sentía mucha ansiedad e inseguridad. No sabía cómo iba a reaccionar la otra persona, ni cómo me iba a sentir yo después de besarlo. Pero al final, pensaba que todo saldría bien.
Comienzo aclarando que no era mi primera relación con un hombre
Recuerdo perfectamente aquellos días cuando tenía 18 años y salía del estudio y me dirigía al centro de la ciudad. Me encantaba caminar y perderme en las calles de la ciudad, sumergirme en su frenesí y sentir la vida palpitar.
Pero lo que realmente me fascinaba era detenerme en alguna plaza y simplemente observar a la gente. Ver a las personas pasar, mirar cómo se vestían, con quién iban acompañadas, cómo se comportaban.
Todo me llamaba la atención, pero en especial los hombres mayores. No podía resistirme a los hombres mayores, con sus barrigas prominentes y su cabello canoso o pelados. Si uno de ellos me miraba, mi corazón latía con fuerza y comenzaba a sudar frío. No podía ocultar lo excitado que me ponía, me sentía como un adolescente en plena efervescencia sexual.
Si un hombre mayor me miraba directamente me ponía como loco, me empezaban a traspirar las manos y no podía disimular lo excitado que me ponía.
Cada día que pasaba, esa atracción por los hombres mayores se hacía más fuerte y me dominaba por completo.
Mi primer beso a un hombre
Recuerdo aquel día en la plaza como si fuera ayer. Estaba sentado, perdido en mis pensamientos, cuando vi a un señor de unos 60 años pasar por delante de mí. Me miró y pensé que no estaba nada mal. De repente, dio la vuelta y se sentó a mi lado. Resultó ser de mi misma nacionalidad y vivía en Canadá.
Comenzamos a hablar y descubrimos que teníamos gustos sexuales similares 🙂 . Nos levantamos del banco y empezamos a caminar. Cuando llegamos a un sitio, me preguntó si quería entrar. Nunca antes había entrado en un hotel, pero decidí seguirle.
Allí, empezamos a quitarnos la ropa y, de repente, empezó a besarme todo el cuerpo. Fue tan apasionado que llegó hasta mi boca. Me gustó tanto que lo repetimos dos días más tarde, y así una o dos veces a la semana durante un mes.
El deseo de estar juntos
Cada vez que nos encontrábamos era una fiesta para los sentidos. La desnudez, su piel y el sentirlo dentro de mí, sobre todo al despertar cada mañana. Sentir su pasión, saber de su deseo y sentirme deseado y penetrado casi sin mediar palabra.
El sexo y el deseo se mezclaban con el sueño, el despertar y el deseo. Ver la luz del sol entrar por la ventana y su cuerpo desnudo y el mío. Juntos en el sueño y en el despertar.
El deseo de dos personas de estar juntas es un sentimiento profundo que puede surgir en cualquier momento y en cualquier lugar. Esta emoción puede ser tan intensa que puede hacer que las personas estén dispuestas a hacer lo que sea necesario para estar cerca la una de la otra.
¡El deseo de dos personas de estar juntas es uno de los sentimientos más hermosos y emocionantes que existen! Cuando dos personas sienten esa conexión especial y profunda, todo parece posible y se siente como si nada pudiera detenerlos.
Es una sensación increíblemente poderosa que puede mover montañas. Es como si el universo conspirara para unir a esas dos personas y hacer que estén juntas. A veces, ni siquiera importa cuánto tiempo haya pasado desde que se vieron por última vez, porque cuando se reúnen, todo se siente bien de nuevo.
Por supuesto, como en todo en la vida, el deseo de estar juntos no siempre es fácil. Hay momentos en los que puede haber obstáculos y dificultades, pero si ambos están dispuestos a trabajar juntos y superar cualquier desafío, el amor solo se hará más fuerte. Sólo que en este caso yo vivía en Colombia y como sentía que estaba enredado en esta relación, me había olvidado que él era sólo un turista canadiense en mi país 😞.
Lo peor fue cuando me dijo que tenía que volver a Canadá
El momento más devastador de mi vida fue cuando él me dijo que tenía que regresar a Canadá, su país de origen. Ese día, sentí que mi mundo se venía abajo, sabía que nunca volvería a verle y que nuestra historia de amor se había terminado de manera abrupta e injusta. Me sentía desolado, desesperado y sin esperanza alguna. Todo en mí estaba roto y me dolía el alma al pensar que no volvería a sentir su presencia a mi lado.
Cuando me lo dijo me sentí solo, abandonado y destrozado. No sé cuándo volveré a verlo, si es que lo volveré a ver alguna vez. Todo parece tan oscuro y sin sentido, que apenas puedo respirar. Me consume una tristeza infinita, una angustia que me devora por dentro y que me hace sentir como si estuviera muriendo lentamente.
Mis padres notaron mi dolor, mi sufrimiento. Intentan animarme, hacerme salir de casa, comer algo, pero nada funciona. Todo lo que hago es pensar en él, en lo que pudo haber sido y en lo que nunca será. Siento que nuestras vidas se han separado para siempre y que ya no hay vuelta atrás. La incertidumbre de no saber si volveré a verlo me mata lentamente, me hace sentir como si estuviera en un abismo oscuro y sin fondo.
Ya no sé qué hacer, no sé cómo superar este dolor. Me siento solo, abandonado y vacío. Todo lo que tenía se ha desvanecido y solo queda el vacío y la desesperanza. Saber que él no regresará es como una puñalada en el corazón, una herida que no cicatriza y que duele cada vez más. Todo parece tan triste y gris que no veo la luz al final del túnel.
Mi estado anímico es tan evidente que hasta mis padres se percatan de mi sufrimiento. Pero nada puede aliviar mi dolor, nada puede hacer que este abismo desaparezca. Solo me queda esperar y rezar para que algún día vuelva a verlo, aunque sea por un instante. Pero, ¿Qué esperanza hay en el futuro si todo parece tan negro en el presente?
¿Una historia de sexo y de amor puede volver a empezar?
¡Qué mala suerte la mía! Después de todo el dolor y la tristeza que pasé por su culpa, el destino quiso reírse de mí : Un año después, me lo encontré caminando por las calles de mi ciudad. Al principio, me costó reconocerlo, como si hubiera cambiado tanto en tan poco tiempo. Pero no, era él, el mismo que me había dejado hecho añicos el corazón.
Y, como si nada hubiera pasado, me habló y me dijo que me conocía, como si yo fuera un total desconocido. ¡Qué irónico! Después de haber compartido tantos momentos juntos, ahora él me trata como si nunca hubiera existido para él.
Pero en ese momento, algo dentro de mí se había roto para siempre. Ya no quería volver a estar con él, ni volver a ser vulnerable ante alguien que fue capaz de dejarme de un momento a otro sin explicación alguna. Así que lo dejé allí, plantado en la calle, sin volver la vista atrás. No iba a permitir que nadie más me lastimara de esa manera, ni volver a sentir esa angustia y dolor que me había dejado tan herido.
¡Vaya suerte la mía! Después de todo lo que pasé, volver a encontrármelo en mi camino como si nada hubiera pasado. Pero por suerte, ya aprendí la lección, ya no me dejare engañar por alguien que no sabe valorar lo que tiene. Así que, adiós a él y a todo lo que me hizo sentir. Ya es hora de seguir adelante y buscar a alguien que sepa valorar lo que tengo que ofrecer.
Fue mi primer beso con un hombre y lo recordaré siempre con cariño.
Y así termina esta historia de amor tan efímera como mi experiencia con un hombre. Pero hey, al menos puedo decir que tuve mi primer beso gay y lo disfruté bastante. También disfruté del sexo, bienestar e ilusión.
Tal vez algún día encuentre a alguien que me haga querer pasar por todo eso de nuevo, pero por ahora, me quedo con el recuerdo de ese momento especial y único en mi vida.
Fue la primera vez que besé a un hombre, fue la primera vez que acaricie a un hombre, fue la primera vez que un hombre me acarició, no quería pasar por lo mismo para después volver a perderlo.
He preferido quedarme con el recuerdo de ese primer beso que tanto me gustó, mi primer beso a un hombre. Más historias de amor
3 comments
Juan Carlos Marín Sanchez
Hola soy bogotano tengo.53 años deseo conocer un hombre maduro gay gracias soy muy complaciente y me gusta mucho que me complazcan mil gracias
ricardo
muy bonita historia de ese beso. que edad tenias entonces y que edad tienes ahora? donde vives? amas a alguien?
Federico Arias
Les dejo mi blog para que lean
http://sexoyvidagay.blogspot.com.ar/